¿Quién se siente a gusto con sus dientes? ¿Les ha tocado una genética dental buena? ¿Les encanta sonreír en una foto? ¿O todo lo contrario?
Como hace unos días tuve molestias en mi cavidad bucal me dije: ‘pues vamos a hablar de dientes’.
Empiezo diciendo que yo NO estoy a gusto con ellos. No los escondo, tampoco son lo peor, para nada, pero vamos, que tampoco son lo mejorcito.
Tengo una genética dental un poco cutre, y con ello quiero decir que se me pican de nada, desde siempre, y nunca he sido una niña de golosinas, es más, me como diez chuches y al rato me duele la barriga, o sea que… No tengo un recuerdo nítido de cómo eran mis dientes de leche, pero creo que muy derechos no estaban, lo que sí me acuerdo es tener un colmillo picado, y era afilado (¿parientes vampiros?). También tuve el aparato que es de una línea sola de los de quita y pon. No sé cuál era el objetivo de ese aparato la verdad, no lo recuerdo. Pero sí me acuerdo de mi cajita rosa donde lo ponía cuando me lo sacaba para comer. Mala idea olvidársela, envolverlo en una servilleta era un medio asco, se pegaba toda.
Los nuevos dientes se quedaron también un poco torcidos, pero eso sí, a mí el colmillo que tenía levantado (reemplazando al vampírico) me encantaba. Es que quedaba gracioso, yo creo que me daba un toque. Algunos dirán ‘pues esta niña es boba’, pero jo, que yo le cogí cariño. Y lo digo en pasado porque ya no está, no está levantado. A los 15 años mi madre decidió ponerme el aparato de cuadritos. Mala edad para que le pongan esos chismes a uno en la boca la verdad, pero bueno, que a mí no me supuso un problema.
El dentista me dio dos opciones:
1) Si te quitamos 4 muelas el proceso será mucho más rápido
2) Si mantienes todos tus dientes irá más lento
Me decanté por la opción número 2. Pasé dos años y pico con los bichos esos puestos en la boca. No me quedaban bien. ¡Ah! Tengo los dientes generosamente grandes, otro fallo que les veo. Todas las semanas iba al dentista a que me trapicharan algo, llegué a tener tres elásticos a la vez dentro de la boca… Como tenía poco espacio había que mover y mover. Uno de los elásticos me cruzaba la boca, era un espectáculo abrirla. Una tarde fui al dentista aún con el colmillo levantado, me acosté con él levantado, me desperté con él en su sitio, ¡¡impresionante!! Me quede en shock. Total… Pasaron esos dos y años y pico y llegó el momento de sacármelo, me vi súper rara. Me hicieron los moldes esos para ponerme las 24 horas (a otros se los mandaban sólo para dormir) durante un año y luego para dormir. Caja amarilla esta vez. Hace siglos que no los uso. Ni me servirían ya. ¿Y qué pasó cuando me vi los dientes? Pues que no estaban derechos, es decir, si me ven de perfil no se ven totalmente derechos, están algo inclinados, tengo complejo de caballo (exagerando que estoy, sí, pero no me gustan). ¿Y por qué? Pues porque tenía poco espacio en la boca.
O sea, me dicen que si me quitan 4 muelas es más rápido, y que si no es más lento. Lo que NUNCA me dijeron es que no iba a tener espacio suficiente para que quedaran derechos en su totalidad, que para algo estás con esos hierros en la boca, psss. Pues nada, así me quedé. Odio verme en alguna que otra foto porque se me nota, en otras no. Y como encima tengo los dientes gigantes…
Mi esmalte es el estándar imagino, pero algo más blancos no estaría mal.
¿Qué más?
Pues nada, iba a mis revisiones y tal, a mis empastes de muelas picadas por la cara… Y un día me dijo el dentista: ‘vete sacándote los cordales’. El año que me dijeron eso (2007) me saqué uno, pero por esa época yo no vivía en mi isla, y me aventuré a ir a un dentista privado aquí.
Je… Una y no más me dije. Me sacaron el cordal que crecía acostado (¡¡faltaría más que yo tuviera algo derecho!!). Mandíbula de abajo, lado derecho. Costó quitarlo, créanme, lo noté. ¿Y qué pasó? Pasaban los días y yo me notaba todavía un trozo de lengua “dormida”. Pues nada, que me mataron un nervio. Ni pastillas de vitaminas ni leches. Así me quedé. No es un trozo muy grande, no me impide hacer nada y no lo noto a menos que piense en ello, lo estoy notando ahora que te cagas porque escribo sobre ello, pero vamos que de resto no. Es una putada, una gran putada. Y tengo miedo de sacarme otro.
La cosa es esa, el cordal vecino está saliendo y debería quitármelo. Espacio no hay, me quedó claro que no tengo la boca de Julia Roberts. Se me han cambado un poco los dientes de abajo, y como no quiero que empeore pues estoy pensando en sacármelo en verano. Ganas cero.
También creo que tendrán que repasarme unos empastes… Si es que desde el 2007 no voy, fui a una limpieza y ya. Cuando me vean me escacharán la cabeza por dejada. Y no quiero ni imaginarme cuánto costará todo, pff.
Qué desagradable todo…