domingo, 15 de julio de 2012

Te ofreces, guay. ¿Para qué? 0_o

Qué vida más dura es a veces la de vivir en sitios pequeños, que se te antoja algo de las tiendas y no puedes tenerlo (o al menos ir a verlo).
Realmente he notado poco eso, porque ya me dirás tú el dinero que tengo yo para gastar en cosas que no sea algo de comer, para ir a tomar algo, para pagar el gym y un etc. de cosas de diario digamos. Pero a veces sí que sí, quiero algo y ¡mierda! Aquí no ha llegado esa tienda ¬¬.

¿Qué hacer en estos casos? Obviando la compra online, que eso no creo que sea para comprar cosas sueltas sino varias (de ropa me refiero), todos recurrimos al amigo/familiar/alguien que está viviendo fuera en un sitio más grande/al que va de viaje. Vamos, la de veces que tuve que traer recados para la gente, a veces me desquiciaba un poco, otras me daba igual, eso ya dependía del humor del momento ;D Lo más odioso era traer cosas del Mercadona, eso SÍ que abulta, pero bueno.

Yo le traje varias cosas cosas a una amiga de tiendas, me daba bastante igual porque una vuelta por un centro comercial iba a dar sí o sí, era un clásico, no es que tuviera que moverme muy lejos o averiguar por cosas imposibles. En estos viajes sueltos que he hecho también he traído recados, y más de lo mismo, de centro comercial, donde no me vuelvo muy loca porque la tienda estará sí o sí.

Pues resulta que a una conocida le dije un par de veces si necesitaba algo de allá, que iba de viaje. Me contestó que no. Pues OK. Todo generosidad por mi parte. Ella salió de viaje esta vez y tuvo el detalle (que se agradece) de decirme si quería algo. Y yo dije que sí, dije que sí porque me antojé en una cosa y aquí no iba a estar, pero le dije que sí porque sabía DE ANTEMANO que se iba a estar paseando por un centro comercial e iba a ir de tiendas, sino, si fuera en otro plan, de ninguna manera le mando recados, y menos a ella que no es que sea amiga mía, más bien como dije, conocida/colega.

Le pasé la foto de lo que quería. A su vuelta me dijo algo como “al final lo tuyo nada”, y yo en mi cabeza pensaba “mierda, está agotado ya, grrr”. Pero no, no, la cosa no quedó ahí. Va y me dice que como se quedó sin dinero por comprar en X tiendas ni se paseó por las otras restantes, y por la mía en concreto pues tampoco. ¡Toma ya! Y aquí viene mi indignación.

Los centros comerciales en este archipiélago hasta donde yo sé NO SON de kilómetros y kilómetros, y está todo bastante juntito. ¿En serio que ni te dignas a entrar cinco segundos en una tienda y mirar si está? ¿Me explican para qué alguien se ofrece a algo? ¿Estoy siendo injusta? Vamos a ver... Lo de que se quedara sin dinero ya habría bastado para no poder haber traído lo que quería, estuviese o no. Yo tampoco tenía en mente que fuera tan mega justa de dinero (yo no tengo ni idea de su economía), que obviamente le iba a devolver. E incluso se lo podía haber dado con antelación, pero no fue el caso la verdad, tampoco lo pidió y tampoco la vi más como para dárselo. ¿Se imaginan que se lo doy y no entra a ver si está? Sería el colmo ya. Y es que eso, si sabes que vas muy justa y sólo te va a dar para tus cosas, ¿por qué no lo dices?

No sé si me estoy explicando bien y pillan lo que me molesta. Genial que te ofrezcas y hagas un favor, pero eso, what for?

Pero bueno, yo qué sé... Pinto así y se acabó.

2 comentarios:

  1. Te entiendo perfectamente. Hace poco a mí me pasó algo parecido con una amiga/compi de trabajo. Al final no le di demasiada importancia, pero mentalmente me cagué en todo cuando me dijo que lo mío no lo había traído (también hay que tener en cuenta que otro encargo de otra amiga sí lo trajo).
    No sé, creo que motivo hay para que te enfades, porque en el fondo tenías la esperanza de conseguir lo que querías. Pero en la gente tampoco hay que poenr muchas esperanzas.
    Un saludo!

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  2. Sonix, supongo que sí influyó el pensar que probablemente lo traería o algo. Estas mini lecciones te enseñan cosas, para la próxima ya sé a que atenerme.

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