Este fin de semana he viajado a casa (llegué hace nada, retraso del vuelo y tal). Compré el billete con bastante antelación, creo que es el pasaje más barato de toda la historia con el que me he hecho para volar a mi isla.
El motivo del viaje fue para celebrar el cumpleaños de mi abuela, y ya no sólo eso sino que por fin está en casa.
Es duro porque que esté en casa no significa que haya mejoras. Está en un punto en el que se supone se quedará. En cama, más dependiente aún, comida mediante sonda en el estómago, dirá unas 5 palabras al día o alguna frase pero se le entiende poco… Lo bueno (o lo malo también a veces) es que se entera de todo, la cabeza está en su sitio, nos conoce a nosotras, a los que vienen de visita, se acuerda de todo… Por un lado perfecto, y por otro tiene que ser muy frustrante que tú quieras hablar y no puedas y que cuando lo hagas no se te entienda demasiado. Y cuando se me cae el mundo encima es cuando ves que realmente quiere comunicarse, no le sale, y se le humedecen los ojos... Me mata.
Estoy cabreada con el universo. Recuerdo la última vez que la vi antes de que le pasara todo esto, su carita al verme aparecer por casa súper feliz… No sé, son cosas que ni escribiéndolas podría describirlas.
Va a ser muy duro convivir en estas circunstancias, porque requiere bastante dedicación (y fuerza para moverla, cosa que yo no tengo) y también por el hecho de verla así, es muy agridulce.
Pero mejor esto a que sea algo peor, ¿no?
¡¡Feliz 80 cumpleaños!! Y que vengan muchos más :) Me alegra tenerte en casa.
Mucho ánimo Islander!! Un besazo!
ResponderEliminarGracias Sar@! Se tienen muy en cuenta estos ánimos ;)
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