domingo, 22 de agosto de 2010

Un, dos, tres... Responda otra vez

Situación:


Estás en una playa pública en la que recientemente se han colocado unas sombrillas (las típicas éstas hechas de hojas de palmera) para dar cobijo sombril a los visitantes si éstos no se han llevado la suya propia. Te colocas con tu gente o tú solo debajo de ella… Al rato llega una señora mayor con sus nietos (o quien sea) y se pone allí contigo. Tú, extrañado, le dices que ya está ocupado el sitio (obviamente invisible no se es), pero la doña te contesta que las sombrillas son de uso público y quien quiera puede usarlas.


¿Qué haces?


Está claro que eso de que te invadan tu espacio personal no mola nada, como la costumbre que yo NO COMPRENDO de los alemanes de sentarse contigo en las terrazas si ven que en tu mesa sobran sillas, pero a la vez no se le puede quitar la razón a la mujer. O discutes un rato, o te quedas con la nueva compañía, o simplemente coges tus cosas y te vas.


PD: sí, ustedes, alemanes… Me caéis bien y aquí sois súper bienvenidos en general, que tenéis más cabeza y respeto por ciertas cosas que nosotros y eso gusta, pero no vale acercarse a uno y decir “ñaskdfñlakek jenquen strausen?” (traducción: ¿está la silla libre/ocupada?), responder sí o no, y que igualmente os sentéis con nosotros ¬¬. Es un poco incomoditen.



4 comentarios:

  1. Jajajaja, desde luego, hay "señoras" que no tienen vergüenza ninguna (en todos los sentidos).
    Vas a tener que hacer como algunas, que van desde el amanecer con la silla a coger sitio para tener un buen lugar.

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  2. Las señoras en la playa ya son todo un clásico digno de llevar a la gran pantalla.

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  3. Sí, sí... reíros.
    Cuando seáis vosotras a ver. ¡Bwahahaha!

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  4. Radagast... Noooooooooooooooooooo jajaja ¿Cómo vamos a ser así nosotras de mayores? Pooor favoooor, claro que no, verás que no (emoticono con ojos hacia un lado y silbando en plan conmigo no va nada)

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