domingo, 28 de noviembre de 2010

La calidez del profesorado

El lunes decidí pasar casi todo el día en la biblioteca de la universidad, y cuando llegara la tarde podría pasarme por el despacho de la profe en horario de tutoría para comentarle unas dudillas sobre el examen.

Maldita la hora…

¿Esto que te hacen sentir insignificante y tonta sin necesidad de que abran la boca? Pues así era yo en la silla. Le pregunté menos de lo que me hubiese gustado porque no soportaba estar allí dentro. Te responde como si te supieras todo el temario de arriba abajo, sin simplificar el vocabulario, y da como por hecho que lo entiendes, que lo debes entender. Entonces, todo lo que le preguntes que no tenga sentido es como un pecado y su respuesta suena a “pss, ¿pues tú eres boba? ¿No lo ves claro?” Ante tal actitud, te echas para atrás y sales de allí peor de lo que estabas antes. En fin, un horror. El colmo es cuando saliendo del despacho te dice ‘suerte’.

Me largué de la uni para irme a otra biblioteca mientras llegaba la hora de irme a la eoi. Resultó ser que la parte alta estaba cerrada, con lo que quedaba una sola sala (tirando a pequeña) en la que debía concentrarse todo el mundo. Nada más entrar vi que un conocido se estaba levantando, así que genial, sitio para mí. Me senté y en lo que me organizaba me viene una chica y me dice que no podía ocupar el sitio, que había que apuntarse en un papel para poder ir entrando a la sala a medida que salían los demás. Pues chachi. La hora que pensaba dedicar a seguir estudiando la gasté en mirar tiendas. Si me apunto en la lista a saber cuando entro.

Y las salas de arriba, no me pregunten por qué, las cierran a partir de no sé qué hora por la tarde y los findes tampoco las abren. Es que la peña es tonta… No sé qué sentido tiene tener una biblioteca de 24h en la que no quieren aprovechar todo el espacio disponible.

Y desde aquí, aplaudir un poquito a las chicas que si llevan tacones a las biblios, caminan lo que tengan que caminar de puntillas. Y al resto ya les vale… Joder. Sólo les falta relinchar.

4 comentarios:

  1. JAjajajajajajajajaja, que bueno. Es verdad, hay gente que no respeta el estudio de los demás, tacones, cuchicheos, móviles... yo fui poco a la biblio, más bien el último año y no me gusta demasiado, prefiero estudiar en mi espacio para poder levantarme cuando quiera, hablar en voz alta...

    Ahora entiendo que la nota salga tan tarde, aparte que seguro que se coge un super puente.
    Así como es, me imagino que no te atreverás ni a llamarlo a llorarle para que te de la nota, no?

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  2. Yo normalmente estudio aquí en el piso, pero para cambiar de aires a veces sí que voy a la biblioteca, siempre ver el mismo escenario me aburre. Este examen, en cualquier convocatoria, siempre tarda una pasada en salir. La práctica puede ser más tostón de corregir, pero ¿tanto tiempo? Lo flipan me da a mí. A esa profesora ni de coña la llamo que me manda a saber pa' dónde jaja.

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  3. Habría mucho que decir sobre las bibliotecas... y sobre la fauna que hay en su interior.
    Yo nunca soporté estudiar allí. Nunca. Prefiero mi casa. Porque entre móviles, tacones, puertas que se abren cada minuto, gente cuchicheando, abrigos guardando sitios sin nadie, etcétera... Que no, que no, que en mi casa como en ningún lado.

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  4. Rad, yo a veces sí que voy por el cambio de aires. Pero la casa de uno es todo ventajas:

    1)Siempre habrá papel de baño y jabón. Estará en buenas condiciones de limpieza sin paquetes sorpresa.
    2)Se tiene la cocina cerquita, no tienes que meter un euro para consumir algo.
    3)No tienes que soportar a nadie.

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